Había una vez un joven llamado Pedro que vivía con su abuelo en una pequeña casa junto a un bosque. Pedro tenía la tarea de cuidar las ovejas del pueblo y asegurarse de que no entraran en el bosque, donde un lobo hambriento podría estar acechando. Un día, aburrido y con ganas de divertirse, Pedro tuvo una idea. Decidió gritar: …